Tras tres meses, la exposición “Joselito y Belmonte. Una revolución
complementaria (1914-1920)”toca su fin. Desde el pasado 15 de octubre hasta hoy
este evento ha celebrado conjuntamente los centenarios de las alternativas de
los dos toreros sevillanos e invita al visitante a vivir Edad de Oro del toreo, el punto álgido de la
historia de la tauromaquia.
Histórica fue una amigable rivalidad profesional que hizo
que la popularidad de la tauromaquia alcanzara altos niveles nunca vistos antes
ni después en la sociedad española. Los responsables de esta dualidad fueron
José Gómez Ortega “El Gallo” y Juan Belmonte “El pasmo de Triana”. Ambos
toreros están considerados por muchos como los fundadores del toreo moderno.
Tanto es así que el ICAS ha querido mostrar, durante dos meses y mediante más
de un centenar de piezas originales el alma de esta revolución complementaria.
La exposición evoca los seis años de apogeo del toreo en
Sevilla. En ella se ha querido plasmar el deseo de renovación de la ciudad y
que la aparición de los diestros, hicieron posible. Esta revolución no se dio
solo en los ruedos, sino en todos los campos del ser humano. Una revolución
complementaria que se ha dado a conocer como “La Edad de Oro de la
Tauromaquia”.
En la muestra numerosos lienzos realzan la figura de ambos
maestros del toreo recreando escenas de las hazañas en los ruedos tanto en
Sevilla, como en numerosas provincias de la España del siglo XX. Entre otros enseres de Joselito y Belmonte,
encontramos en la exposición varias monteras o capotes de paseo bordados.
Algo muy interesante de la exposición es que en ella podemos
ver una gran fotografía extraída de la Fototeca Municipal de la Plaza de la Monumental
en la que toreaba Joselito. De esta plaza solo queda una de las puertas en la
Avenida Eduardo Dato.
Joselito sentía desde temprana edad un inmenso fervor por la
Macarena y especial cariño por la hermandad, por lo que en la exposición
podemos contemplar una saya de la Virgen realizada con el bordado de oro de un
traje de torear regalado por Joselito. Cuando el matador falleció, el funeral
tuvo lugar en la Basílica de San Gil. En el altar mayor colocaron a la Macarena
vestida de luto, una impresionante foto que puede verse en la exposición.
Del mismo modo, la cuna de Belmonte fue Triana y a ella le
unía el especial cariño por la Hermandad del Cachorro. El torero era
maniguetero del palio de la Virgen del Patrocinio, por la que este sentía una
profunda devoción. Por ello, en la muestra encontramos un manto de camarín de
la Virgen del Patrocinio bordado con el oro de un traje de torear del diestro.
La exposición cuenta también con dos valiosas fotografías de la Fototeca
Municipal en la que aparece Juan Belmonte en la cofradía del Cachorro.
En definitiva, se trata de un evento que nos acerca a la
historia y presenta la tauromaquia en su época de esplendor. Una exposición
sencilla y bien estructurada, rodeada de la parte humana de ambos toreros y su
pasión por la Semana Santa y la ciudad sevillana.
La exposición estará abierta hoy en horario de 10 a 14h. en
el Espacio Santa Clara de la calle Becas y en el Castillo de San Jorge en la
Plaza del Altozano, lugares que coinciden con la cuna de ambos maestros del
toreo.